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Oberá, Misiones, Argentina
Soy profesora en Educación Tecnológica

Pensando el cambio en Educación

En las últimas décadas se han sucedido innumerables procesos de cambio educativo tendientes a responder a los nuevos desafíos, pero la mayoría de las veces, no cumplieron acabadamente con sus propósitos. Las corrientes pedagógicas establecen que la enseñanza es una tarea que requiere conocimientos y acciones, la realidad demuestra que la mayoría de las veces las intenciones van por un camino y las acciones por otro. Se percibe que en los establecimientos educativos no se fomenta el trabajo en equipo como una manera de sumar fuerzas y creatividad, no se promueve en los nuevos maestros la combinación de idealismo, la energía y el temor para descubrir e impulsar lo que cada uno tiene para ofrecer. Fullan M. y Hargreaves A (1996). Además los regímenes organizativos de tiempo y espacio en las instituciones influyen poderosamente en el desempeño docente y que en esta organización, el conocimiento se presenta fragmentado en asignaturas y horas específicas. La acción de enseñar se establece en torno a un docente que explica aquello que es objeto de la clase y estudiantes que escuchan, copian, ejercitan y, en el mejor de los casos, intentan comprender.[1]
Con respecto al espacio escolar generalmente, se cuenta con aulas uniformes, regulares y aulas especiales como en el caso de tecnología, laboratorio, informática, gimnasio etc. Los supuestos mínimos de esta organización son que los estudiantes permanecerán sentados mirando-escuchando al docente y/o la pizarra. Es decir, tendrán una escasa libertad de movimiento y casi nulas posibilidades de experimentar a través de otros sentidos que no sean el oído y la vista.[2] Según Hall (1984) se utiliza la denominación monoespacial para el espacio y monócroma para el tiempo tornándose dificultosa la interacción con la realidad cotidiana de los niños/as. Además se trata de un espacio funcional para la transmisión vertical colectiva (de uno a muchos), uniforme (igual para todos) y de trabajo individual, ya que las interacciones horizontales están más bien prohibidas o al menos dificultadas por la propia distribución (Trilla y Puig ,2003). Michael Fullan y Andy Hargreaves, señalan que existen seis problemas que obstaculizan el cambio e innovación en las escuelas: sobrecarga de tareas, exigencias y expectativas que pesan sobre los docentes, los currículos diversificados y complejizados, cantidad mayor de temas y áreas a ser enseñados por los docentes y aprendidos por los estudiantes, niños y jóvenes con orígenes culturales y regionales diferentes, variedad en la población incluida en las clases. Concluyendo…” dejar de lado las visiones de cambio por el cambio mismo, muchas veces instaladas en las instituciones educativas, que frente a las demandas y presiones hacia ciertas transformaciones, pierden el sentido y el para qué se está cambiando. Pensar el cambio como una opción de mejora, no supone realizar cualquier tipo de modificación de las prácticas, sino más bien las que sean legítimas y valiosas para un contexto determinado. Enfocar el cambio de este modo supone riesgos y procesos complejos que requieren de tiempo y de experiencia real”.[3] [1] Bosco M. A. Espacio y tiempo: dos elementos clave en la mejora de la escuela [2] Bosco M. A. Espacio y tiempo: dos elementos clave en la mejora de la escuela [3] Cecilia Flood Capítulo I: Conceptualización terminológica La escuela: Escenario de reforma y cambio educativo en la postmodernidad. Tesis de maestría en Tecnología de la educación. Universidad de Salamanca Dic. 2000.

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TRABAJO PRÁCTICO Nº 1

Consigna:
a)Identifiquen las herramientas tecnológicas de la sociedad de la Información (informática/telefonía/electrónica) que se han incorporado durante los últimos 15 años en sus actividades profesionales y personales (trabajo, estudio, ocio, comunicación, relaciones con las instituciones, etc.).
b)Señalen de qué modo estas tecnologías han incidido en dichas actividades, tanto a nivel personal como socialmente.
c)Reflexionen acerca de las transformaciones que la presencia de estas tecnologías han provocado en sus hábitos y costumbres. ¿qué podrían decir acerca de estas transformaciones a la luz de lo leído en los materiales que les acercamos?
Para el desarrollo del presente trabajo se parte de la siguiente proposición: “las nuevas tecnologías no solo constituyen un conjunto de herramientas sino un entorno - un espacio, un ciberespacio - en el cual se producen las interacciones humanas” (Burbules N. 2006).
En estos últimos 15 años han hecho irrupción en el medio, innumerables herramientas tecnológicas de la Información y de la comunicación: teléfonos fijos, fax, teléfonos móviles; televisión por cable; videos; ordenadores: Internet: diarios y revistas digitales, dispositivos de almacenamiento y reproducción de información: diskettes, CDS, DVDS, MP3, 4 y 5, PENDRAIVE.
En lo personal, la aparición y la utilización de dichas herramientas han modificado notablemente el entorno familiar como el profesional. Se destaca en ello dos aspectos. Corresponden a los primeros: la celeridad de la información y la comunicación, el acceso a fuentes y materiales de estudio, la utilización de otros recursos, la posibilidad de capacitación no presencial, las relaciones con personas, familiares e instituciones alejadas geográficamente. Dentro de los segundos aspectos se destaca: la pérdida de encuentros cara a cara entre pares, el tiempo requerido frente al ordenador, la asincronía del mismo respecto a otros usuarios. Es necesario aclarar, como lo señala el autor citado anteriormente que estos aspectos no pueden ser considerados ni buenos, ni malos sino que deben ser vistos con moderación y reflexivamente separando las categorías simplistas al evaluar las tecnologías pero también reconociendo su peligrosidad y sus potencialidades.
De esta manera “la relación de las personas con la tecnología no es instrumental y unilateral, sino bilateral, por eso se la llama relacional”; no sólo usamos las herramientas sino que también nos “usan” a nosotros (Burbules N. 2006).
Las nuevas tecnologías y la educación
Queda claro que las tecnologías han desarrollado un impacto sobre las sociedades, las regiones y las ciudades. Este impacto varía de acuerdo a la interacción con los procesos políticos, sociales y culturales, que dan forma a la producción y al uso de los nuevos medios tecnológicos (Castells M. 1995)
Por ello se cree conveniente destacar que en la provincia en la que vivo y me desempeño la introducción de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, como en otros lugares del planeta, han marcado aún más las brechas de exclusión (sólo en las ciudades se cuenta con su implementación). Dada la característica de la misma hay un predominio de zonas agrícolas y/o forestales, zonas de fronteras donde los medios de comunicación (radios, televisión) pertenecen a los países vecinos.
En cuanto a la incorporación de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información en el ámbito escolar las voy a considerar desde dos puntos de vista:
1)La incorporación de las NTIC en el sistema educativo.
2)La utilización de las mismas en el proceso de enseñanza y de aprendizaje.
1) Según Diego Levis las primeras experiencias de utilización de las computadoras en el proceso de enseñanza y aprendizaje datan de la década de 1960. Desde entonces se fueron sucediendo distintas propuestas que no han logrado cubrir las expectativas. A partir de 1990 la utilización cada vez más habitual de las computadoras en la vida cotidiana, la creación de la World Wide Web provocó un nuevo impulso en la introducción de la informática a las escuelas sin tener en claro su finalidad. Pero, pese a ello la apropiación raras veces se concreta.
Las razones son múltiples: inadecuación de equipos y software utilizados, políticas educativas erróneas, financiación insuficiente, falta de capacitación de docentes y resistencia de los mismos al cambio. En el ámbito al que pertenezco se percibe lo siguiente: los organismos estatales guiados seguramente por los intereses económicos de algunas empresas, muy ajenos a la realidad de las instituciones escolares, proveen de computadoras a escuelas que carecen de energía eléctrica o crean cargos de computación e informática en aquellas que no poseen ninguna.
2) Pese a todo, la presencia de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el mundo de la educación es hoy una realidad ineludible, y la posibilidades, ventajas o resultados de esta presencia ha pasado a ser una cuestión de primera línea en los análisis de los expertos, en las prioridades de las administraciones educativas o en los cambios sugeridos en la formación y actualización de los docentes (Levis, D. 2007)
Conviene destacar que las TIC no tienen en sí mismas capacidades intrínsecas de cambio que conduzcan inevitablemente a una mejora en las condiciones de vida de sus usuarios. No es seguro que viviremos mejor por el sólo hecho de tener acceso a más imágenes, más informaciones y más canales de comunicación. Mucho menos si las controlan las grandes firmas comerciales (Levis D. 2004).
Asimismo, como lo señala Edgar Morín “uno de los desafíos más difícil será el de modificar nuestro pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que caracteriza nuestro mundo”.
Por ello se torna importante el papel que se le asigna a la educación respecto al uso y aplicación de las NTIC ya que podrían favorecer el desarrollo colectivo e individual respondiendo a él y no a fines comerciales o políticos.
En este contexto que nos toca vivir lo importante es motivar e interesar a los niños y adolescentes a participar de su propio crecimiento personal desde el respeto a las individualidades y como miembros de la sociedad (Levis D. 2007). Esto no se logra equipando a los establecimientos con computadoras o conexiones de Internet, ellas deben ser utilizadas apropiadamente con cambios de metodologías y nuevas modalidades de transmisión del conocimiento.
La escuela y por ende los docentes no deben estar ajenos a lo que vivencian los alumnos fuera de las paredes del aula, el acceso a computadora, reproductores de DVD y de MP3, 4 y 5, los celulares, los videojuegos, Internet sino ver la manera de generar conocimientos con su utilización. El rol del profesor debería ir cambiando, esto supone una formación mucho más centrada en el diseño de las situaciones y contextos de aprendizaje, en la mediación, tutorización, y en las estrategias comunicativas. Además debería de cambiar desde una concepción puramente distribuidora de información hacia una persona que es capaz de crear y orquestar ambientes de aprendizaje complejos, implicando a los alumnos en actividades apropiadas, de manera que ellos puedan construir su propia comprensión del material a estudiar, y acompañándolos en el proceso de aprendizaje (Gros Salvat B. 2002).
En efecto, la incorporación de tecnologías en el aula requiere de un doble esfuerzo, uno de carácter conceptual y el otro instrumental. Deberían introducirse a las aulas, no como una panacea que resolverá todos los problemas, sino como una manera posible de provocar aprendizajes, sólo así se podrán establecer prácticas innovadoras para lograr el cambio educativo que todos necesitamos.
Las nuevas tecnologías nos plantean nuevas necesidades e utilizaciones que no nos han planteado otras tecnologías. Por eso se debe potenciar las posibilidades que nos brindan, proyectándolas en nuevas formas de construcción y aplicación de conocimientos. Reconocer también que hoy coexisten una multiplicidad de saberes circulando por otros canales y que se expanden en la sociedad por fuera de la escuela (Litwin, E. 2006). Los estudiantes, por su parte, deben adoptar un papel mucho más importante en su formación, no sólo como meros receptores pasivos de lo generado por el profesor, sino como agentes activos en la búsqueda, selección, procesamiento y asimilación de la información, pueden acceder a través de las redes a datos, publicaciones, actas de congresos y simposios, etc. pero también comunicarse con profesores y expertos de otras instituciones para intercambiar ideas y opiniones (Adell J. 2006).
BIBLIOGRAFÍA
BURBULES N. y CALLISTER T. (2006) Educación: riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la información. Granica Buenos Aires.
CASTELLS M. (1995) La ciudad informacional: tecnologías de la información, reestructuración económica y el proceso urbanoregional, Alianza, Madrid, introducción y Capítulo 1.
LEVIS D. (2004) Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información. Artículo publicado en “Signo y Pensamiento”, Universidad Javeriana, Bogotá, nº 44.
LEVIS D. (2007) Aprender y enseñar hoy: el desafío informático. Revista Novedades Educativas Nº 203. Buenos Aires.
MORIN E.(1999) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO
GROS SALVAT B. SILVA QUIROZ J. (2002) La formación del profesorado como docente en los espacios virtuales de aprendizaje Revista Iberoamericana de educación (ISSN: 1681-5653)
LITWIN, E. (2006) Ponencia: “Nuevos escenarios en el estudio de las tecnologías en las escuelas” Mar del Plata.
ADELL J. Tendencias en educación en la sociedad de las tecnologías de la Información. Revista electrónica de tecnología educativa Nº 7. Noviembre 1997.

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