LAS ESCUELAS FRENTE A NUEVOS DESAFÍOS
Las nuevas tecnologías de la Información y de la comunicación y en especial Internet se desarrollan y se incorporan a la vida de los ciudadanos a una velocidad sorprendente. Los cambios que producen están relacionados en las formas de comunicarnos, de organizarnos e incluso de trabajar o divertirnos.
Pero, ¿cuál ha sido el efecto de las Nuevas Tecnologías en la educación?
De la observación podemos señalar que el impacto ha sido y sigue siendo menor que en otros ámbitos y plantea que hay un gran retraso en su aceptación e incorporación debido a diversas cuestiones, como ser: carencia de recursos financieros, insuficiente apoyo institucional o dificultad de adaptación por parte de los docentes, falta de inversiones no sólo en equipamientos sino también en formación.
Al respecto, Begoña Gros señala la necesidad de dejar de centrar nuestra mirada en las máquinas para plantearnos el desafío de una educación adecuada y una verdadera apropiación de la tecnología que prepare a niños y jóvenes competentes para la sociedad actual.
De lo expresado, la pregunta que surge es ¿Qué son las reformas educativas y cuál es su impacto? Primero, se señala que éstas hacen referencia a un hecho común, la necesidad de mejorar el sistema educativo. Son entendidas como intervenciones explícitas de los Estados para aplicar ciertos cambios en particular, para la promoción de ciertas innovaciones en el ámbito del currículo, la enseñanza, los centros, la profesión docente. En general promueven cambios a gran escala, que afectan la estructura del sistema educativo de un país. (Escudero, 1999:70).
No obstante existe un cierto desencanto sobre las posibilidades que las reformas, empaquetadas externamente, han tenido para transformar la realidad educativa, por eso es importante tomar a la escuela como lugar valioso de un cambio generado desde abajo (Bolívar, 2007:2).
También las investigaciones desde la psicología educativa y la pedagogía han sido valiosas en aportes, pero muy centradas en el aprendizaje y en modelos de enseñanza formal, emergiendo posturas y discusiones entre defensores y detractores de los diferentes enfoques (conductistas, constructivistas, cognitivos) en el transcurso del siglo XX.
Con la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación se han abierto nuevos debates acerca de la enseñanza apropiada y de nuevas metodologías de trabajo revisando y poniendo en discusión esas teorías.
Pero...¿cuáles son los peligros en su incorporación?
Uno, es la ausencia de reflexión y de estudio sobre qué puede realizarse y como debe aplicarse desde la determinación del docente y otro pensar que las tecnologías por sí mismas, resolverán los problemas de aprendizaje de los alumnos.
Esta reflexión-acción debiera tratar los problemas que aquejan a la educación y que tienen que ver con la utilización de enfoques en disonancia con las necesidades de niños y jóvenes actuales y con el contexto social en el que estamos viviendo. Abarcaría el reto de la globalidad y complejidad desde una visión del conocimiento más dinámica, organizada y contextualizada.
Ante este panorama ¿Qué ocurre con el docente en la era digital y cómo se integra la tecnología al aula?
Los profesores han sido formados con una cultura y visión de su profesión que ha cambiado notablemente y si se le suma el aislamiento, el individualismo y la arquitectura escolar (módulos estándar, distribución del tiempo y espacio) se acentúan las dificultades en las propuestas de innovar.
Es por eso, que los cambios no pueden hacerse al margen de cómo se comprende el proceso de aprendizaje de los propios profesores (Begoña Gros).
Entonces, si queremos que se realice una verdadera integración no basta con seguir haciendo lo mismo que se hacía, se necesita cambiar las metodologías, revisar los contenidos del currículo y tener en cuenta ciertos aspectos en la integración de las nuevas tecnologías al aula:
1)Ordenadores en las aulas formando parte de los objetos cotidianos de la escuela y apoyando las actividades del estudiante.
2)Cambio metodológico para una verdadera apropiación de la tecnología mediante el uso personalizado, el trabajo colaborativo, el desarrollo de competencias comunicativas, la interacción docente-alumnos y alumnos-alumnos, la creación de nuevos materiales y conocimientos.
3)El trabajo en equipo: la inclusión de las tecnologías favorece el trabajo de grupos de profesores y de instituciones.
4)La creación y la posibilidad de compartir y difundir una variedad de materiales que se requieren en prácticas innovadoras.
5)La formación técnica y metodológica, sin primacía de una de ellas, en integración.
6)Los conocimientos de los estudiantes como facilitadores de la labor docente.
De esta manera, las redes tecnológicas tendrán sentido si se convierten en redes sociales y el docente podrá definir qué intervenciones han de mejorar la calidad de la enseñanza y del aprendizaje definiendo de antemano que No hay soluciones simples ni mágicas,que el proceso de cambio es siempre complejo y que supone el reto de que no sólo tienen que aprender los estudiantes sino las propias escuelas.
Bibliografía consultada
BOLÍVAR A. ¿Dónde situar los esfuerzos de mejora?: política educativa, escuela y aula. Seminario Especialización en constructivismo y educación. FLACSO Y UAM.2007
BEGOÑA GROS De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que…. cambie la escuela. PENT. FLACSO y UAM.2008
ESCUDERO, J. M. (1992). Innovación y desarrollo organizativo de los centros escolares. Ponencia. Sevilla, II Congreso Interuniversitario de Organización Escolar.
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CAMINO RECORRIDO
11nov2008
Módulo I: Transformaciones y desafíos de la educación
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